De hecho, no conocieron el término los grandes autores del Siglo de Oro, como Cervantes o Góngora. Tampoco el Refranero lo recoge hasta entrado el siglo XVIII, en que se acuñan algunos como los que siguen: "El cerdo no quiere rosas; dale aguas cenagosas"; "el cerdo no sueña con rosas, sino con bellotas". A ver si el problema no es la inversión en el ejército sinó el color de la bandera. Esa es la frase clave del vídeo. Y pudo haber estado aún mejor si hubiera dicho “gasto en políticas del prucés, instituciones paralalelas y propaganda subvencionada para preparar una secesión por las bravas y por encima de la ley, o sea, a todas luces, un golpe de estado”. n12 El análisis de las bellotas realizado por el etnobotánico D. Pérez señala (aunque con las debidas reservas debido a su deficiente estado de conservación) que éstas estaban posiblemente secas cuando se quemaron, lo que implicaría que habrían sido recolectadas y almacenadas durante un tiempo. Interpretación